Analizar el pasado para construir el futuro
El diario El Liberal publicó un libro especial con motivo del bicentenario de la Revolución de Mayo de 1810. Por el Lic. Gustavo Eduardo Ick, Presidente y Director Editorial EL LIBERAL prologó la publicación.
Estimados lectores: al cumplirse doscientos años de la Revolución de Mayo es propicio establecer un ámbito de serena reflexión, que nos conduzca hacia escenarios superadores a fin de revitalizar nuestra capacidad innovadora.
Es evidente que si bien hemos avanzado mucho, no hemos logrado todo lo que se esperaba de nosotros.
Seguramente, como sociedad, cometimos el gran error de no involucrarnos demasiado en la vida institucional del país. Logramos así el triste resultado de que una Nación con inmensas posibilidades haya conseguido sembrar la pobreza en medio de la abundancia alimentaria.
Nos debemos un baño de humildad para aceptarlos y construir sobre la base de esa traumática experiencia, verdaderas políticas de Estado, acordadas mayoritariamente, para recuperar el tiempo perdido.
Debimos ser ciudadanos y nos conformamos con ser meros habitantes.
El Bicentenario involucra no sólo una fecha determinada, sino más bien un alto en el camino como para analizar el pasado e impulsar la acción hacia el futuro. Y es precisamente el futuro el que nos debe preocupar, porque el pasado ya no lo podemos modificar.
Con ese espíritu le ofrecemos este trabajo que lejos de pretender ser un libro de historia o una cita completa de los múltiples acontecimientos del país y de la provincia a lo largo de 200 años, conforma una mirada periodística que intenta contar lo ocurrido.
Pusimos especial hincapié en dotarlo de muy buen material gráfico para que perdure en el tiempo y pueda ser un elemento de consulta en las bibliotecas particulares o escolares.
La selección de textos, fotografías y su atractiva diagramación persiguen el objetivo de una lectura amena, que actúe como disparador de inquietudes que conduzcan a investigaciones más profundaas de nuestra historia y nuestro futuro.
Apelamos también a la opinión calificada de notables personalidades, que con su generosidad intelectual brindan un aporte insustituible a esta presentación. A todos ellos nuestro reconocimiento y valoración.
El esfuerzo periodístico de todos los integrantes de EL LIBERAL merece también una especial mención, puesto que han volcado todo su entusiasmo intelectual para plasmar esta propuesta que, esperamos sea del agrado de todos ustedes.
Ahora viene un tiempo de meditación para entender que la Provincia y la Nación albergan dentro de sus fronteras la suficiente cantidad y calidad de recursos humanos y riquezas naturales como para convertirnos en uno de los principales países del mundo, sólo resta acordar las imprescindibles políticas de Estado que nos conduzcan lo más rápidamente posible al éxito pretendido.
Es precisamente lo que no hemos podido hacer de manera constante durante estos traumáticos doscientos años, al no poder coincidir en una causa determinada.
El país está en condiciones para impulsar un salto de calidad institucional que nos encamine hacia el desarrollo sostenido y el progreso social que nunca debimos abandonar.
Es hacia la sociedad del conocimiento que debemos apuntar, el paradigma de una nueva emancipación depende del conocimiento que cada país incorpore y de su estrategia de inserción en el conjunto de las naciones.
La globalización nos obliga a desarrollar nuevos lazos asociativos con todo el mundo, tanto a nivel institucional como comercial, laboral, financiero, científico, cultural, educativo e incluso hasta espiritual.
El mundo está allí, más cerca que nunca gracias a la tecnología, esperándonos para ofrecernos las posibilidades de interactuar y enriquecernos mutuamente con la inteligencia al servicio de la creatividad. Son más de 200 países y un mercado con más de 6.000 millones de personas.
La provincia en su conjunto se encuentra en condiciones de sumarse a ese escenario por más lejano o utópico que hoy nos parezca. Es el desafío que tenemos por delante, el de abrir nuestras mentes con generosidad y sabiduría para activar todas las potencialidades del santiagueño.
Es preciso reinventarnos con inteligencia para desprendernos de preconceptos paralizantes, que nos impidieron ver en el pasado que vivimos en un suelo colmado de posibilidades.
Santiago del Estero está plagado de posibilidades que no debemos menospreciar. Por el contrario somos capaces de impulsar la provincia hacia el crecimiento sostenido en todos los órdenes.
No desaprovechemos entonces, esta oportunidad que nos brinda el calendario para descifrar el futuro que construiremos individualmente, pero dentro de un marco común que no nos desvíe del objetivo de grandeza que debemos alcanzar.
Si hemos ayudado con este trabajo a pensar en un Santiago del Estero con un porvenir plagado de éxitos, nuestro objetivo periodístico estará cumplido.
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